Puede que sean tonterías mías o
que sean cosas que a uno se lo ocurren un día de dormir poco y pensar mucho,
pero hay que ver lo tontos que somos y lo que nos gusta complicar lo simple,
hasta el punto de joder a los demás o jodernos a nosotros, o a los dos ya que
nos ponemos.
No sé si es por aburrimiento, por
pasar el rato, porque nos gusta ver sufrir a los demás, o porque directamente somos o son (como dice
el chiste mejor no pluralizar) gilipollas, y perdonen el vulgarismo, pero más
de un día a uno le dan ganas de mandar a la mierda a todo y a todos, al menos
por un tiempo.
Las cosas no son tan complicadas,
y tendrá gracia que sea yo el que lo
diga, pero más de una vez y de dos y de tres, nos apetece tener conflictos, y
sino los hay, nos encargamos de crearlos, el caso es quitar la simpleza a las
cosas y buscar más y más problemas. Pero lo malo, bueno lo más malo, porque lo
malo ya está desde el principio, llega después, cuando igual, que sólo igual nos
arrepentimos de ser tan sumamente lelos y empezamos a darnos cuenta de que nos
hemos equivocado, pero claro, cómo vamos a admitir ahora ante el bobo de turno
(que en realidad resulta ser un amigo de toda la vida) que hemos metido la
gamba, parece que nos contagiamos de ese espíritu de orgullo que nadie sabe de
dónde ni porqué ha salido y preferimos fastidiar más las cosas que pararnos a
pensar, y ceder un poco, que aunque los escépticos no me crean, no enferma.
Ya está bien, a ver si empezamos
a pensar un poco más, a querernos más, a nosotros y a los que tenemos y a
dejarnos ver por dentro, que la gente transparente tiene mucho ganado. El
orgullo mejor lo dejamos para las películas, y lo que si conservamos es la
dignidad, que son cosas distintas, pero basta de caprichos y enfados por cuatro
estupideces mal hechas o mal dichas; pero en fin, ya saben que cuando el diablo
se aburre mata moscas con el rabo.
Busquemos más concordia, más
amistad y dejemos que las cosas sean tan simples como son, que son bonitas sin
que las compliquemos, a fin de cuentas, no conseguimos nada con tonterías
varias que sólo sirven para estropear lo que tenemos, e igual no nos hemos
parado a valorar. Recapacitemos sobre lo que hacemos mal, y sobre lo que hacemos
a la ligera pero fastidiando a otros, y tengamos el valor de enfrentarnos a
ello, de la forma que queramos, pero para mejorarlo, hacer que nuestro día a
día sea un poco menos feo.
:°°(
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