.jpg)
Bueno y ¿por qué escribo esto?
Difícil pregunta, no por la complejidad a la hora de responderla, sino porque
no sé muy bien por dónde empezar y cómo sintetizarlo.
Para mi el ejemplo más claro de la estupidez humana, no es otro, que el uso que le damos a los avances de la humanidad. Me refiero a inventos tan antiguos, allá por el Paleolítico, como el control sobre el fuego hasta otros tan recientes como la dinamita o internet.
Porque si analizamos el fuego, sí no hay duda de que es un invento
básico para mejorar la calidad de vida humana, para permitirnos cocinar,
calentarnos etc. Pero curiosamente
también sirvió para quemar en la hoguera a Miguel Servet, o para provocar
incendios en parajes naturales dignos de admirar, o un caso aún más claro el de
la dinamita, a priori un invento genial para facilitar la extracción de
minerales, pero ¿y el uso qué le hemos dado? ¿Cómo podemos convertir un hito en
el conocimiento científico en un potente arma de destrucción? No hay mejor
respuesta que la que nos otorga Einstein: la estupidez humana es infinita.
Para los que aún permanezcan
escépticos, quizás algo más reciente en la línea del tiempo sirva para abrirles
los ojos, hablo de Internet, algo que en poco tiempo se ha convertido en indispensable en nuestras vidas, a diario
millones de personas acceden a la red para compartir datos, conversar con
allegados, escuchar música… Pero ¿y qué me dicen de los nuevos delitos
informáticos? Suplantaciones de personalidad, estafas
cibernéticas o incluso de las nuevos método de acoso. Vale, esto puede que se
de en un pequeño porcentaje, ¿y la dependencia, o más bien adicción que poco a
poco hemos ido desarrollando? Hoy en día, cuando caminamos por una calle
concurrida, si somos algo observadores no tardaremos mucho tiempo en darnos
cuenta de que pocos son los que caminan sin un smartphone en la mano, ya sea
para comunicarse, consultar noticias etc. Hasta tal punto que no podemos vivir
sin ello, nos sentimos desnudos sino tenemos acceso a internet por un periodo
de tiempo, por muy corto que sea éste.
.jpg)
Cuantos debates añoro hacer contigo y esa frase que abre tu artículo me trae muchos recuerdos.
ResponderEliminarSeguro que habrá oportunidades. Ya bueno, hay cosas que no hay que olvidar.
ResponderEliminar