Era
la voz de Lara, sonaba extraña, pero no había duda, era ella , estaba angustiada, y pedía ayuda, después se
oyeron unos cuantos ruidos, y finalizó la llamada. Habían sido apenas seis
segundos, pero podían significar mucho, Víctor, tras esto, se quedó un buen
rato pensando enfrente de la fachada de una pequeña casa exageradamente decorada, cuando fue
capaz de reaccionar, le devolvió la llamada a Lara, pero el teléfono estaba apagado, igual que desde
el día de la fiesta.
De nuevo miró el listado de las llamadas recibidas, para asegurarse de que lo
ocurrido era real, que no era fruto de su imaginación.. Cuando se aseguró de
que era así llamó rápidamente al señor Martínez, el inspector encargado de
la desaparición, le contó lo ocurrido y éste le pidió que se acercara lo más
pronto posible a la comisaría.
Víctor
fue lo más rápido que pudo, cruzó el puente que unía las dos partes de la
ciudad separadas por el río, y cuando llegó a la comisaría estaba exhausto,
había recorrido prácticamente toda la longitud de la localidad en apenas quince
minutos, cuando entró, el inspector Martínez esperaba impaciente su llegada, le
pidió que le contara todo, Víctor le describió la llamada, los ruidos, el tono
de voz, lo hizo lo más detallado que pudo y el inspector cogió el teléfono,
habló con un experto en nuevas tecnologías, y éste le confirmó que en apenas
unas horas serían capaces de localizar el lugar exacto desde el que se había realizado la llamada.
Era
la primera pista que recibían, y cuando la familia de Lara estuvo al corriente , un
pequeño rayo de esperanza les iluminó, al menos, esto confirmaba que la joven seguía con vida. Víctor estaba muy nervioso,
no sabía que pensar, estaba dolido y preocupado, por una parte le alibiaba el
hecho de que Lara estuviese viva, pero la situación le superaba, también le
sorprendía que le llamara a él y no a
sus padres o a la policía, le extrañaba mucho…
Los
padres de Lara, Víctor, Claudia, la madre de Víctor, y un grupo de amigos de
Lara, esperaban angustiados en una pequeña habitación de la comisaría, habían
pasado seis horas desde que la llamada se había realizado, a algunos de ellos
el sueño comenzaba a hacerles mella, aunque otros estaban tan preocupados que
su mente no les permitía descansar…
Mientras
tanto Víctor miraba por una ventana de la comisaría, podía ver un grupo de
cámaras y focos, la prensa nacional estaba al corri ente de todo lo ocurrido, la
ciudad estaba llena de periodistas que informaban a todo el país del caso, hacían especulaciones, inventaban hipótesis y hablaban sin saber, lo
que molestaba mucho a las autoridades, pero también a todos los familiares de
Lara y a Víctor… De repente, el señor Martínez interrumpió sus pensamientos,
apareció con un informe en la mano que desvelaba la posición de Lara…
No hay comentarios:
Publicar un comentario